El peronismo se impuso con amplitud en las elecciones bonaerenses y consolidó su poder en el distrito más grande del país. Con casi el 47% de los votos, Fuerza Patria sacó más de 13 puntos de ventaja a La Libertad Avanza, que apenas pudo imponerse en las secciones quinta y sexta.

El oficialismo provincial ganó con holgura en la primera y tercera sección electoral —que concentran al 60% del padrón— y también triunfó en la segunda, cuarta, séptima y octava. La estrategia de Axel Kicillof de desdoblar las elecciones, resistida incluso dentro del kirchnerismo, resultó clave en el contundente resultado.

La victoria consolida a Kicillof como líder indiscutido en la provincia y lo posiciona como referente nacional de la oposición, con una proyección evidente hacia las presidenciales de 2027. Su entorno ya anticipa un discurso con tono federal y fuerte impronta política.

En contraste, el gobierno libertario recibió un duro golpe. La derrota abre interrogantes en la Casa Rosada y reaviva cuestionamientos hacia la conducción electoral de los hermanos Menem, señalados por errores estratégicos y el impacto del escándalo de escuchas ilegales.

Aunque La Libertad Avanza destacará públicamente el número de bancas obtenidas en la Legislatura, en privado crece la tensión por la magnitud de la derrota y la necesidad de revisar el rumbo político del oficialismo nacional.