En una jornada agitada en el mundo Talleres, este martes por la mañana se confirmó la renuncia de Diego Cocca como director técnico del plantel profesional. Lo inesperado del anuncio, sumado al hecho de que no llegó a dirigir ningún partido oficial, encendió las alarmas en la “T”. Sin embargo, el club actuó con rapidez y horas más tarde cerró la llegada de Carlos Tevez como nuevo entrenador.

El “Apache” será presentado oficialmente este miércoles en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CARD), donde también se reencontrará con el campo de juego para conducir su primer entrenamiento. El debut no da respiro: será este viernes a las 20 horas en el estadio Mario Alberto Kempes, cuando Talleres reciba a San Lorenzo por la primera fecha del Torneo Clausura de la Liga Profesional.

La llegada de Tevez no es una improvisación. Su nombre ya había sonado en el entorno albiazul en otras oportunidades, y esta vez encontró a ambas partes con los tiempos alineados. El exjugador de Boca y Manchester United, entre otros, venía manifestando que estaba en búsqueda de “un proyecto serio”, y en Talleres ve una posibilidad real de reconstrucción y crecimiento.

Una situación crítica

El presente del equipo cordobés no es el mejor. Talleres viene de un semestre con más sombras que luces: finalizó anteúltimo en la Zona B del Torneo Inicial, quedó eliminado en fase de grupos de la Copa Libertadores, y sufrió un duro golpe al caer frente a Deportivo Armenio —equipo de la Primera B Metropolitana— en los 32avos de final de la Copa Argentina. La única alegría del semestre fue la obtención de la Supercopa Internacional ante River por penales, un título que, aunque valorado, no logró tapar las fallas estructurales del equipo.

A todo esto, se suma una realidad preocupante en la tabla anual: Talleres iniciará este Torneo Clausura en zona de descenso directo. Cada punto será determinante para mantener la categoría, lo que convierte al nuevo ciclo técnico en una apuesta de alto riesgo.

Tevez, entre la presión y la oportunidad

Con pasos anteriores por Rosario Central e Independiente, Tevez regresa al ruedo después de más de un año sin dirigir. Si bien su trayectoria como entrenador aún está en formación, su nombre pesa en el fútbol argentino, tanto por su pasado como jugador como por su capacidad de liderazgo. En sus anteriores experiencias mostró actitud y compromiso, aunque los resultados fueron irregulares.

Desde la dirigencia, encabezada por Andrés Fassi, se cree que su figura puede despertar al plantel y generar un impacto inmediato en el ánimo del grupo. Además, se espera que su llegada contribuya a mejorar el vínculo con los hinchas, que en los últimos meses expresaron su descontento por los pobres resultados y la falta de identidad futbolística.

Lo que viene

El primer gran reto de Tevez será encontrar solidez en un equipo golpeado. Más allá del debut frente a San Lorenzo, el calendario no le dará respiro: en las próximas semanas Talleres deberá enfrentar a rivales directos en la lucha por la permanencia y comenzar a sumar puntos de manera urgente.

La incógnita pasa por cómo responderán los jugadores a su conducción, qué sistema de juego implementará y si logrará imponer su idea en un plantel que ha perdido confianza. El desafío es enorme, pero la expectativa también lo es. La llegada de Tevez reaviva la esperanza de un cambio, en un momento donde cada decisión pesa doble.